viernes, 18 de junio de 2010

Poker picante


Estamos con un exceso de publicidad de eventos de poker. Cada día más y más sitios de poker online nos bombardean ofreciéndonos ingresar en algún torneo de ocasión. Pues Señoras y Señores, éste es el resultado!! Nunca en la historia se ha visto la penetración del Marketing y la publicidad reflejado de éste modo en la conducta humana.
Vamos derechito a la fotografía, donde lo primero a destacar es la calidad de la imágen. Este tipo de registros permite recorrer el largo y ancho de cada centímetro cuadrado de la pieza y reconocer sus burbujas de aire, sus inserciones vegetales o incluso los condimentos que han sabido eludir el proceso digestivo.
En una mirada periférica de la cuestión, queda a las claras que no podía esperarse otra muestra que esta, emulando un Poker de Ases. No es el juego máximo en el tan popular juego de naipes, claro. Pero sí lo es en el símbolo que representa, y esta muestra es el fiel reflejo de ello. Cada uno de estos alfiles se muestra al mismo tiempo diferente y similar a su semejante. Individualmente suenan intrascendentes, pero en conjunto son poderosos, intimidantes. Algo así como "aquí estamos nosotros", sin que quede lugar a la duda. Y vaya que no ha quedado duda!
Por si fuera poco, el autor de esta pieza nos ha regalado un detalle. El tinte rojizo, que nos hace recordar a aquellas zonas en donde la tierra toma este color férrico. Pues bien, ante la improbabilidad de que esto se tratara del resultado de un alimento basado en dicho material, hemos indagado vía mail la causa de este colorido registro. Y si, resultó lo que preveíamos: Picante de origen caribeño. No hemos logrado precisar las coordenadas exactas, pero sí la región genérica. Tal vez podra ser mexicano, país cultor de los picantes alimenticios. Lo importante es que tenemos aquí una novedosa mezcla entre Marketing, Especias regionales y muchas ganas de seguir creando arte. Arte de poker, de un Poker Picante.

La Pitón descansa en la tormenta


La naturaleza nos sorprende día a día...su combinación y balance exactos, esa amalgama de piezas que crean el ecosistema. Incluso tierra, agua y luz se combinan en esta pieza eléctrica!
En esta oportunidad hemos colocado un nombre un tanto extraño...pero vamos directo al análisis. Tenemos "La Pitón", queda claro por su forma curvilínea, su cuerpo en una unidad cubierto por una capa exterior fría capaz de adoptar formas que escapan incluso a lo que nuestra imaginación pueda brindarnos. Nuestro sujeto "descansa" en el risco. Es alarmante la mímica en texturas y colores que ambos han logrado. Hoy en día no logro descifrar si la estructura inanimada ha cobrado vida para mostrarse tal como su ocasional compañero, o si nuestro ser vivo de sangre fría ha seguido los pasos del camaleón. De una u otra manera, presentan un parecido notable que exige lentes 3D para apreciarlo correctamente!
Y ahora quiero detenerme en ese haz de luz penetrante que completa la obra. Un rayo, una exhalación fugaz y repentina que llega sin aviso. Certera, precisa. Un toque de distinción que realza lo que parecía una monotonía cromática. Esto es un lujo, señores! Simplemente me rindo a los pies ante estos detalles. Quien fuera acaso un visitante con apuro podría no notar este tipo de cosas. Pero a nosotros no se nos escapan. Quien sabe, hacen que la pieza esté realmente completa.
Nos hemos puesto más selectivos con las muestras, no por querer tener una división sociodemográfica sino que queremos continuar colocándonos desafíos.
La Pitón que descansa en la tormenta es un excelente inicio. A seguir así.

miércoles, 2 de junio de 2010

Plátano de Ébano


Se que nunca es bueno caer en repeticiones, sobre todo si se trata de un material literario. Eso siempre lleva a aburrir al lector, quien rápidamente pierde el interés, y más que nunca en este mundo de internet multi-ventana, corremos el riesgo de ser removidos de la pantalla rápidamente...
Es por esto, que uno mismo se pregunta si vale la pena volver sobre las semejanzas y similitudes con este fruto. Y luego de un intenso debate interno, la respuesta es un SI contundente.
Contundente por la semejanza. Contundente por la estrecha relación que encuentro en su anatomía casi perfecta. Contundente por la pieza que ha caído como un único bloque. En fin, esta palabra lo describe todo. Y al hablar de descripción, claro que debemos ir al detalle de la fotografía:
Quisiera comenzar acaso por lo nimio, por aquello que simplemente es un destello en medio de lo absoluto de la muestra. El "Cabito". Es simplemente per-fec-to! La longitud exacta, la proporción de diámetro justa respecto del cuerpo, es claramente un toque de autor.
Si observamos la pieza como un todo, podemos ver, justamente, que aquí coincidiremos en decir que esto se trata de un solo bloque. Cual escultura de Miguel Angel, entre tantos otros grandes artistas del marmol, quienes por pedido de algún adinerado de la época tallaban inertes bloques de marmol entero para darle vida con una creación majestuosa, nuestra muestra no le va en saga. Esto supo ser, en su más primigenio origen, una multiplicidad de partes que merecieron un proceso acorde. Y que en manos del artista que nos ha proveído de esta muestra, ha sabido consacrarse como una pieza única y perfecta, sin remaches ni retoques, sin parches y afinaciones. Una pieza entera, con su "cabito", su macizo cuerpo y un manso final, que apoya sobre el lecho esperando ser quien sabe, expuesto en alguna galería de arte contemporáneo.